La capacidad resiliente en la búsqueda de empleo

Puede que la primera vez que escuchamos el término resiliencia no sepamos muy bien a que se refiere o que implica, pero realmente estamos hablando de una de las capacidades más valiosas del ser humano.

En términos de ingeniería la palabra resiliencia se refiere a: “la capacidad de un material para recuperar su tamaño y forma original después de ser comprimido, doblado y estirado”. Pero, al igual que algunos materiales, todas las personas poseemos la capacidad de hacer frente a adversidades, poder superarlas y, además, salir fortalecidas de ellas, haciendo de esas dificultades, nuevas oportunidades de cambio.

Durante los procesos de búsqueda de empleo en los que nos podemos encontrar inmersos a lo largo de nuestra vida, es normal encontrar dificultades, situaciones de “fracaso” y decepción. Por ello, es importante contar con la capacidad de adaptación ante las adversidades y esto dependerá de nuestra capacidad resiliente. Pero ¿Cuáles son los aspectos que forjan nuestra capacidad resiliente? Y, ¿Qué relación guardan estos aspectos con el éxito profesional?

–      La confianza en uno mismo. Esto tiene que ver con el autoconocimiento y la capacidad de creer en las aptitudes de uno mismo. En ocasiones, cuando no logramos superar un proceso de selección pensamos que es porque no somos lo suficientemente válidos o que hemos hecho algo que nos haya podido perjudicar, cuando realmente, puede que ese resultado negativo se deba simplemente a que nuestra candidatura no se adapta del todo al puesto ofertado, porque no cumplamos con los requisitos o no encajemos por cualquier otro motivo en la entidad contratante. En ese momento nuestra capacidad resiliente es la que debe hacernos creer que somos válidos y confiar en nuestro potencial aun cuando recibimos un “no” por respuesta.

–      La perseverancia ante la adversidad y las desilusiones. Es importante que el deseo de logro sea superior al sentimiento de desesperanza. En algunas ocasiones la búsqueda de empleo se hace ardua, esto puede ser porque en nuestro ámbito profesional exista mucha competencia o poca oferta. Hay que conseguir seguir buscando empleo a pesar de no encontrar, asi como buscar alternativas y ser flexible para buscar un puesto que se adapte bien a nuestras características y necesidades. Aunque sea un trabajo tedioso, no debemos dejar de perseverar.

–      Equilibrio emocional. Un aspecto a destacar de la búsqueda de empleo es la mezcla de emociones y sentimientos que esto puede acarrear. Un aspecto a tener en cuenta es mantener la calma, teniendo una perspectiva balanceada del momento en el que nos encontramos y moderando siempre las emociones extremas, tanto negativas como positivas.

Es normal que cuando las situaciones se vuelven adversas y complejas pensemos en negativo, en esos momentos es cuando debemos mantener la calma mental. Preguntarnos “¿realmente ha ido todo tan mal?”, “¿qué provecho puedo sacar de este fracaso para mis nuevos objetivos?, puede ayudarnos a reflexionar de forma objetiva sobre la situación que atravesamos.

–      Satisfacción personal. Valorar las acciones y logros de uno miso. Parece sencillo, pero para algunas personas no resulta una tarea fácil. Es importante que valoremos nuestros esfuerzos y nos sintamos orgullosos de la consecución de objetivos y logros. Esto nos aportará una dosis extra de optimismo y autoestima para continuar y perseguir nuevas metas.

–      La independencia emocional. Es fundamental que seamos capaces de regular nuestras emociones sin apoyo externo. Esto no quiere decir que debamos prescindir del afecto de otras personas, sino que debemos ser capaces de no depender de las respuestas de otros para perseguir nuestros sueños. Muchas personas te dirán que no eres capaz de conseguir lo que te propones, que ni siquiera tenemos por que intentarlo. No pasa nada, solo tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para quedarnos con los consejos que sumen y aporten a nuestro camino y eliminar los que resten. Es importante que tengamos claro que queremos para nosotros mismos y no lo que quieren o esperan los demás de nosotros.

Para un buen desarrollo de la capacidad resiliente es primordial realizar un buen ejercicio de introspección y autoconocimiento para ser consciente del momento en que nos encontramos y hacia donde vamos a dirigir nuestros esfuerzos, teniendo siempre como meta objetivos reales y reflexionando sobre nuestros pensamientos, emociones y motivaciones. La capacidad resiliente y los aspectos que la componen, son imprescindibles para obtener éxito en nuestro desarrollo profesional. 

Sara Martín Blanco

Deja un comentario

error: Contenido protegido