¿Qué es para mí el Trabajo Social?

Muchas personas a lo largo de mi recorrido de la mano del trabajo social me han preguntado “¿qué es eso del trabajo social?”, “¿en qué puedes trabajar?”, “¿qué es realmente lo que haces?”, etc.

Parece que el desconocimiento todavía rodea nuestra profesión y considero que es importante que los profesionales del trabajo social seamos quienes nos encarguemos de llevar la profesión al lugar que se merece y de transmitir a la ciudadanía la importancia de esta y las funciones que se desempeñan dentro de ella.

Por ello, hoy, aquí, en mi pequeño espacio para la reflexión y la divulgación me gustaría hablar no solo de que es el trabajo social, sino de qué es el trabajo social para mí.


Para mi el trabajo social es VOCACIÓN. Si, porque el trabajo social te nace. El trabajo social es una profesión humana, donde el foco se centra en la persona y su interacción con el medio y no todo el mundo está dispuesto a dedicar su vida a otros, a los demás. Las personas que amamos el trabajo social hemos decidido formarnos en esta profesión para estar al servicio de la población, promoviendo la justicia social, la igualdad de oportunidades y creyendo en el potencial personal de cada persona para su correcto desarrollo vital.

Cuando era niña no sabía que era el trabajo social, descubrí que era porque una de mis amigas hablaba maravillas de una profesional del trabajo social. La mamá de mi amiga tenía una enfermedad terminal y esta trabajadora social acompañó a ella y a su familia durante todo el proceso. Nunca conocí a esa trabajadora social, pero solo de saber la labor que hacía con mi amiga y su familia supe que querría ser como ella. Cuando tuve la oportunidad de empezar a decidir mi camino profesional elegí formarme como trabajadora social y desde entonces no he dejado de estar enamorada de la que considero, es la profesión más bonita y completa del universo. Cuanto más avanzaba en mis estudios, más segura estaba de que la carrera y la profesión se adaptaban perfectamente a mi persona y que nunca dejaría de tratar de ser la mejor trabajadora social.

El trabajo social para mí es ENTREGA. Sí, es tratar cada caso como si fuese tuyo. Es implicarse hasta el fondo, hasta donde puedas llegar, con todas tus ganas, dedicando todos tus esfuerzos a amortiguar la situación de la persona que tienes en frente, a construir oportunidades desde sus aptitudes, a descubrir sus puntos fuertes y potenciarlos para lograr sus objetivos. En definitiva, hay que dejarse el alma, porque las personas que te buscan, te necesitan, y, confían los aspectos más importantes de su vida en ti. Creo que como mínimo, debemos estar a la altura. Porque podemos, porque sabemos y porque somos trabajadores sociales, estamos hechos de otra pasta.

He tenido la suerte de poder trabajar en lo que amo, de ser trabajadora social, de atender a las personas con total libertad, sin límites, sin horarios. Gracias a mi empresa puedo realizar mis intervenciones de forma personalizada, utilizando todos los recursos que considero oportunos en cada caso y por supuesto entregándome al 100% en cada intervención, dando siempre respuestas a las necesidades y problemas con las que se encuentran las personas que acuden a mí. Siempre busco la excelencia, no me conformo con medias tintas. El secreto para los buenos resultados que obtengo es la ENTREGA TOTAL.

Por último, el trabajo social es ayuda, pero no una ayuda cualquiera. Es AYUDA PROFESIONAL. ¿Por qué digo esto? Porque está claro que para ser trabajador social es imprescindible cumplir con algunos criterios como ser una persona empática, saber escuchar, estar dispuesta a favorecer el bienestar de los demás, etc. Y, aunque las aptitudes personales vayan implícitas en el perfil profesional de las personas, no debemos olvidar que el trabajo social es una PROFESIÓN, y que los/las trabajadores/as sociales hemos invertido dinero, tiempo y esfuerzo en formarnos para ofrecer lo mejor a nuestros usuarios. La caridad dista mucho de la profesionalidad del trabajo social. Con esto quiero decir, que el valor de la ayuda profesional no debe perderse de vista, puesto que los trabajadores sociales no ofrecemos una ayuda cualquiera, sino que hemos estudiado, investigamos y actuamos dentro de un marco teórico y práctico propio de la profesión. Es decir, somos GRANDES PROFESIONALES al servicio de la población con muchas habilidades personales y profesionales enfocadas a promover la justicia social, los derechos humanos, el bienestar social y el correcto desarrollo vital de las personas.

Podría tirarme horas y horas hablando sobre el trabajo social, todo lo que significa para mí y las ganas de llevar la profesión al lugar que se merece, luchando por su divulgación y valor, pero “hay más días que judías” y no quiero extenderme demasiado en estas entradas para que no se pierda la esencia de cada entrada. Espero que gracias a estas palabras os hagáis una idea de quién soy, qué es mi profesión para mi y conozcáis más de cerca mi perfil personal y profesional.

Nos seguimos leyendo por aquí y en las redes,

¡Un abrazo!

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